El Historia, Es Actual

El Pasado se ve reflejado con una mirada crítica en nuestro presente.


Las crónicas han sido desarrolladas en nuestro programa radial QSVT en FM Abril, Rosario.

CLORINDA Y LA PENA DE MUERTE


La prohibida relación entre una joven de 19 años perteneciente a la alta sociedad porteña llamada Camila O´Gorman y el sacerdote jesuita Ladislao Gutiérrez es una historia conocida. Transcurre en Buenos Aires en 1847 .Los amantes son apresados en Corrientes y trasladados a Buenos Aires, donde son condenados a muerte a pesar del embarazo de Camila. La pena que se cumple el 19 de agosto de 1848 en Santos Lugares.
Ocho años después, el 25 de Octubre de 1856 en la misma localidad donde fuera fusilada Camila, la policía encuentra semienterrado bajo un árbol de gomero, el cadáver de Jacobo Fiorini , un pintor italiano , que había retratado a los principales hombres de la sociedad porteña. Aquejado de un reuma que le impedía el normal movimiento de sus manos hacía un tiempo que había abandonado completamente su oficio y estaba abocado a la explotación de un campo, junto a su esposa Clorinda, 35 años menor que él.
Jacobo Fiorini y Clorinda Sarracán se habían casado cuando ella apenas había cumplido los 15 años en un matrimonio arreglado entre el pintor y su padre, un busca fortunas que no dudó en comprometerse con Fiorini -cuando Clorinda tenía ocho años- en entregársela cuando hubiera cumplido los 15.
Al momento de la muerte de Fiorini, Clorinda tenía apenas 26 años y era madre de cinco hijos, el mayor de ocho años, y soportaba los maltratos de su marido que, con un carácter irritable, se había ganado muchos enemigos entre los vecinos y peones de la chacra.
Mientras Héctor Varela , hijo mayor de Florencio Varela, director y propietario de La Tribuna, el diario más prestigioso entonces en Buenos Aires. intentaba victimizar a la mujer, desde las páginas del Diario El Nacional, de Dalmacio Vélez Sarsfield, con la pluma de Sarmiento a la cabeza, comienzan las presiones al juez para que sea duro con la pena y condene a muerte a Clorinda y a su presunto amante.
Crispín Gutiérrez ,el amante de Clorinda, termina confesando la autoría del crimen bajo extrañas circunstancias, mientras que la mujer sostuvo que nada tuvo que ver con la muerte del padre de sus cinco hijos.
Sin embargo el veredicto de la Justicia es la condena a muerte de Crispin Gutierrez y Clorinda Sarracán, sentencia a cumplirse el 2 de diciembre a las seis de la mañana. La joven sería fusilada y su cadáver colgado de una horca. Ante tal decisión las mujeres de Buenos Aires comenzaron a movilizarse en lo que puede considerarse el primer antecedente de la lucha por los derechos de las mujeres en la Argentina. Al frente del movimiento se ubicó Mariquita Sánchez de Thompson, cabeza de la aristocracia porteña. Con sus más de setenta años, Doña Mariquita recorre las calles de la ciudad logrando reunir cerca de 7000 firmas, casi el diez por ciento de la población de la ciudad , solicitando el aplazamiento de la pena.
Cuatro días antes de la fecha fijada para la ejecución, desde La Tribuna se dice: "La pena de muerte aplicada a una mujer inspira horror a los sentimientos humanitarios de la civilización moderna; que la pena de muerte quede como un recuerdo sangriento de la tiranía de Rosas, y que sea Camila O´Gorman la última mujer que haya subido al patíbulo…" .
Cuando la suerte de Clorinda parecía echada una noticia estalla: "CLORINDA ESTA EMBARAZADA". El gobierno convoca entonces a los diputados y senadores a una sesión extraordinaria con carácter de urgente. El debate comenzó a las ocho de la noche del 1 de diciembre. Luego de un extenso debate se procede a la suspensión de la ejecución de la mujer.
En los próximos 12 años, la vida de Clorinda transcurre confinada en una casa de ejercicios espirituales, hasta que el 14 de abril de 1869, el gobernador de Buenos Aires, Emilio Castro, firma el indulto para la mujer que ya había cumplido 39 años. Clorinda se notaba frágil y prematuramente envejecida.

Hoy, 152 años después, el tribunal de San Justo hace unas semanas, absolvió y ordenó la inmediata liberación de Graciela Aguirre, la mujer que mató a su marido de una cuchillada el 4 de junio del 2007 al entender que actuó en legítima defensa debido a los reiterados maltratos y abusos que recibía, lo que determinó el final abrupto del juicio.Y vuleve a rondar sobre nuestras cabezas el dicho “el que mata debe morir” de Susana Jimenez, tan suelta de boca, sin conocer todos los transforndos que rodean la criminalidad y la violencia cotidiana, que recién ahora el Gobiermo Nacional recoge para lanzar rapidamente el guante sobre la Justicia

Pero como siempre decimos, esa, esa es otra Historia.

APA. 10 de Marzo de 2009

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