El Historia, Es Actual

El Pasado se ve reflejado con una mirada crítica en nuestro presente.


Las crónicas han sido desarrolladas en nuestro programa radial QSVT en FM Abril, Rosario.

El Yuyo Peronista


Cuando asume el general Perón, en 1973, se incorpora a su como titular de la Secretaria de Agricultura a Horacio Giberti.. Armando Palau, un ingeniero agrónomo que había revolucionado al oeste invernador con la nueva tecnología para el sorgo granífero, acompañaba a Giberti como subsecretario de Agricultura. Por esos tiempos, los  desarrollos avícolas tropezaban con un problema inesperado: el calentamiento del Océano Pacífico a la altura del Ecuador había provocado la crisis de la anchoveta peruana. Este pescado era la principal fuente de harina proteica, insumo indispensable de la producción de todo tipo de proteínas animales. El precio se fue a las nubes. Y encima quedó claro que no se podía hacer depender de un recurso en extinción. El sustituto inmediato era la soja. En los países asiáticos, de donde es oriunda, ya se usaba ampliamente. También en EE.UU.. Brasil estaba empezando, pero aquí todos los esfuerzos habían terminado mal. Palau consultó con Perón y éste lo autorizó a tarer la semilla.
En octubre de 1974 partían a Estados Unidos dos aviones Hércules de la Fuerza Aérea, para cargar 50 toneladas de semilla de soja de las variedades recomendadas. Los semilleros multiplicadores locales esperaron a los aviones en Aeroparque, con sus camionetas, y partieron a sembrarlas.
Al año siguiente hubo semilla para todos. Perón muere y Palau se retira y es hostigado por la Triple A, pero a la soja ya no la pararía nadie. Cuando retornó la democracia, en 1983, Armando Palau organizó la Comisión Agropecuaria del Justicialismo. Su principal discípulo fue Felipe Solá, responsable del otro gran salto de la soja.
Fue en 1996, con Menem, otro gobierno peronista, cuando, como secretario de Agricultura, Felipe Solá autorizó  las variedades transgénicas, con resistencia al glifosato, semillas modificadas geneticamente que han sido cuestionadas por la Unión Europea.
En diez años, se triplicó la producción, facilitando la siembra directa y la mejora de los suelos que antes estaban en severo proceso de erosión. Hoy, la soja es un negocio de 40.000 millones de dólares, que equivale a lo que facturan la industria automotriz, la siderúrgica y el petróleo juntos, de las cuales el Gobierno nacional, también peronista, retiene alrededor de 10 millones de dólares no coparticipables.
 34 años despues del Hercules que transportó la semilla desde EEUU, el yuyo maldito de Cristina , se sabe que es peronista. 

Pero esa, …esa es otra Historia.

APA. 30 de Abril de 2008