El Historia, Es Actual

El Pasado se ve reflejado con una mirada crítica en nuestro presente.


Las crónicas han sido desarrolladas en nuestro programa radial QSVT en FM Abril, Rosario.

EL RENCOR ARGENTINO


El escritor Tomás Eloy Martínez relata un encuentro con Jorge Luis Borges en 1978:
“(...)Y me dice: "¿Sabe de lo que me he enterado? Que fulano de tal (un amigo de él que no voy a nombrar, que todavía está vivo), almorzó con la ... (y aquí lanza una palabra muy fuerte), esta mujer de tal por cual, esta cualquiera".

En aquel tiempo, almorzar era sinónimo de almorzar con Mirtha Legrand, una actriz que dominaba la televisión en esos momentos.
Y le dije:
"Mire, Borges: no use esas palabras tan fuertes para nombrar a Mirtha Legrand, que es una señora de bien. Es una actriz. El epíteto que usted está usando es digno de hace dos o tres siglos, pero no de ahora".
- "¡No, no! Usted no me entiende. Yo estoy hablando de la otra, de la mujer del tirano prófugo. De esa mujer vergonzante, cuyo nombre no voy a pronunciar". 
-"Ah, Usted está hablando de Evita" que había muerto hacía 20 años.
"Pero no se moleste porque un amigo suyo almorzó con ella. A mí también me hubiera gustado saber qué ráfagas de la historia pasaron por esa mujer. Y le aseguro que yo también hubiera ido a almorzar con ella".

Borges se demudó, se levantó, se puso de pie, y me dijo: "Creo que madre me llama". Y se fue al cuarto de su madre.

Esperé como media hora que volviera. No volvió.
Le dije a la mucama que lo atendía, llamada Fanny: "¿No le dice al señor que estoy esperándolo?"
Y ella me dijo: "Me parece que el señor no va a volver. Usted le ha dicho algo que lo ha enojado mucho".
El "algo" que le dije era "a mí también me hubiera gustado almorzar con Eva Perón". Eso fue suficiente, durante siete u ocho años, para que Borges no me saludara más. No nos dirigimos la palabra. Y nos reconciliamos sólo en 1978, en Caracas, cuando le tendí la mano, y le dije: "Borges, soy Tomás Eloy Martínez".
Y él sólo me contestó: "Madre se acordaba mucho de usted". 

Rencores viejos vuelven a aparecer hoy en la escena. Odios inventados y enemigos conspirando son la imagen que pretende acuñar el ex presidente Kirchner. Pero las falsas antinómias ya no la creen ni los propios seguidores, a sabiendas de que se ha mentido demasiado… y quizas sea hora de la verdad compartida y no de la razón forzada.

Pero como siempre decimos…esa, esa es otra Historia.

APA.18 de Agosto de 2008