Asi decia:”La retribución debe ser suficiente no sólo para atender las necesidades más premiosas de la familia, sino también para cubrir las ulteriores necesidades de ésta, en el cumplimiento de su misión y en la previsión de sus riesgos. Dignifiquemos al hombre. Hagamos que impere en la medida de lo posible la justicia social. Afiancemos, sobre todo, a la familia, que es la célula de la sociedad. Amparémoslo como padre, como jefe de familia”.
El senador Grassi, de otra bancada, en su exposición afirmativa llegará a decir con palabras que parecen para nuestros días:
“El clamor crece ¡Ay de nosotros, señores legisladores - y empleo el término ’ legisladores ’ en su más noble acepción - si no oímos el clamor. Sería inútil , recurrir a la caridad y las sociedades de beneficencia; el pueblo quiere trabajo y no quiere limosnas. ¡ . ¡Ay de nosotros si no sabemos procurárselo!”.
El 24 de octubre de 1941 se sancionaba la Ley 2986 por la cual los empleados de al Administración Provincial gozarían, además del sueldo fijado por el presupuesto anual, una asignación familiar por hijo legítimo, y se extendía al cónyuge cuando estuviese incapacitado. La aprobación de la misma y su posterior reglamentación por el Gobernador Joaquín Argonz con fecha 1º de enero de 1942, colocaba a nuestra Santa Fe entre las provincias avanzadas sociedades en materia de protección social para sus empleados y familias.
Hoy, 66 años después, los trabajadores de la Salud provincial hiceron hoy un nuevo paro por mejoras salariales ,y, hace unos días, los maestros protestaban por los magros aumentos para su noble tarea.
Mientras los que trabajan, nuevamente vuelven a mendigar por un salario justo, millones de dólares fluyen por nuestros puertos cercanos, con leyes que facilitan mayores riquezas para unos pocos.
Habría recursos suficientes con sólo anular las vergonzosas excenciones impositivas a las multinacionales cerealeras y fábricas de biodiesel para asegurar una mejor educación y salud para todos los santafesinos.
Pero como decimos siempre….esa, esa es otra historia.
APA. 11 de Marzo de 2008
