El Historia, Es Actual

El Pasado se ve reflejado con una mirada crítica en nuestro presente.


Las crónicas han sido desarrolladas en nuestro programa radial QSVT en FM Abril, Rosario.

Santa Fe y la Revolucion de Mayo

El 5 de Junio de 1810 en una apasible tarde de otoño llegaba a Santa Fe un emisario de Buenos Aires con la noticia: el 25 de Mayo se había producido una revolución, se había depuesto la autoridad del virrey Cisneros. Las campanas de la iglesia tañeron junto al tronar de las salvas de fusil. Con el ruido, los santafesinos desprevenidos se anoticiaban en el caserío que la Revolución era un hecho. Al mismo tiempo, las manifestaciones de júbilo demostraban al enviado por la Primera Junta la adhesión de Santa Fe al nuevo gobierno.
En esos momentos, el Gobernador de Santa Fe era don Prudencio María Castañaduy, y rápidamente, ese mismo día, remitió un escrito a la Primera Junta para manifestar su adhesión y la de toda Santa Fe. Esa misiva fue publicada por el gobierno porteño en la Gazeta de Buenos Aires del 21 de junio de 1810 , Castañaduy expresaba entre otros elogios “acreditar así su obediencia y esmeros, cuando nos es explicable, ha celebrado una resolución tan loable como proporcionada a la justa causa que la motiva con el único estimable fin de nuestra felicidad general”.
Sin embargo, meses antes, a fines de 1809, se manifestaba en contra de los “infernales papeles subversivos”. Eran los panfletos de la propaganda patricia prerrevolucionaria. Declaraba ante el virrey Cisneros papeles que contienen máximas infernales contra los gobiernos establecidos legítimamente sin excepción de los superiores aun de la misma Junta Central Soberana Gubernativa en representación de Don Fernando VII a quien hemos jurado con tanta solemnidad”.
No obstante, Castañaduy tendría los días contados, pronto, en agosto de 1810, la Junta de Gobierno en Buenos Aires nombraría como Gobernador de Santa Fe al coronel Manuel Ruiz.
En la misiva emitida por la Primera Junta, el 27 de mayo de 1810, se reclamaba la elección y concurrencia a Buenos Aires de un diputado de Santa Fe. Y un hecho particular se vivió en el Cabildo de Santa Fe con dicha elección.
Para la misma fueron convocados, mediante una esquela, los vecinos para proponer ternas de diputados y luego ir a sorteo. En este punto, cabe mencionar que circularon dos listas, una oficial que convocó a los hombres notables de la Santa Fe colonial, y otra, que no se supo bien de dónde salió, pero que convocó a los “jóvenes de la ciudad”.
El problema fue que el día de la elección, uno de esos jóvenes, llegó temprano al Cabildo, y se sentó en un lugar que no le correspondía. Así, José Elías Galisteo ocupó irrespetuosamente el sillón del entonces juez y diputado de comercio Don Juan Francisco Tarragona. Tal fue el revuelo por la insolencia de los jóvenes, que la asamblea no prosperó, y la elección se demoró un tiempo.
El caso de disputa generacional del cabildo abierto de Santa Fe en junio de 1810 llegó hasta la Primera Junta, y hasta el mismo Mariano Moreno, vino a zanjar el enfrentamiento. Moreno envió una misiva donde decía: “para la elección del Diputado deben citarse todos los vecinos existentes en la ciudad, sin distinción de casados o solteros y que la asistencia debe verificarse sin etiqueta ni orden de asientos para evitar toda competencia y dilación, encargándose al cabildo la armonía en la elección y el interés con que debe huirse a todo espíritu de partido en asunto que tanto interesa a la pública felicidad”. Finalmente, la presión de los hombres encumbrados de la Santa Fe de 1810 logró la elección como diputado de Tarragona, tal como correspondía a las buenas costumbres de la época, desplazando a los jóvenes irrespetuosos e irreflexivos.

Hoy, Gobernadores que se desdicen de sus antiguos compañeros políticos y apelan al doble discurso y candidatos que evitan las elecciones internas y la participación de la gente vuelven a repetir la Historia 200 años después. Y asi transcurriran, sin fervor ni gloria, estas próximas elecciones nacionales y provinciales.

Pero como siempre decimos…esa, esa es otra Historia.

APA. 19 de Mayo de 2009.