El Historia, Es Actual

El Pasado se ve reflejado con una mirada crítica en nuestro presente.


Las crónicas han sido desarrolladas en nuestro programa radial QSVT en FM Abril, Rosario.

Rosario y la droga

Recordemos algunas estrofas del tango "Tiempos viejos" , de Manuel Romero y Francisco Canaro:
“Te acordás hermano, ¡qué tiempos aquellos!;
eran otros hombres, más hombres los nuestros,
 no se conocía cocó ni morfina,
 los muchachos de antes no usaban gomina”.
Pero esa afirmación sobre la cocó (cocaína) en el año 1926, fecha en que se editara este tango, no parece corresponderse con la verdad histórica, de acuerdo a los testigos de la época
En 1924 fue aprobada la primera ley (11.309) que penalizaba el consumo y tráfico de drogas en Argentina. Hasta entonces, el opio, la morfina y la cocaína habían circulado en forma más o menos libre, con controles no demasiado estrictos sobre las farmacias, sus sitios de expendio. Dos años después fue reformada con la sanción de la ley 11.331, que en su artículo primero castigaba la tenencia y venta de drogas sin justificación médica.
Las farmacias, en particular: estaban autorizadas a tener hasta dos kilos de cocaína y sólo podían venderla con receta firmada por un médico. Sin embargo, en Rosario, los traficantes se las ingeniaban para comprarla y revenderla como en el caso del árabe Juan Martín, que en mayo de 1929 que la compraba por 1 peso el gramo y la revendía a 5 en los alrededores de Suipacha y Jujuy.
La prensa y la justicia denunciaron entonces que el Consejo de Higiene no hacía las inspecciones necesarias; y las recetas podían ser adulteradas.
El 30 de mayo de 1929 los diarios daban títulos destacados por una pelea a trompadas entre el portero y unos músicos que actuaban en el cabaret Montmartre, de San Martín 370. Como era habitual, nadie quiso declarar qué había pasado; pero se sospechaba que la trifulca “tuvo origen en cuestiones relacionadas con la venta de estupefacientes, tráfico al que se dedicaría el aludido portero”.
Un año después, 1930, cayó lo que parece haber sido una de las primeras bandas de traficantes en Rosario. Su composición era heterogénea: la integraban entre otros un rufián de origen ruso; los mozos del café Italia y Armenonville que se encontraban en la calle Picihincha , actual Richieri, ambos también de origen ruso, Antonio Cervino, dueño de una clínica de Mendoza al 3300; y Carlos Pérez, taxista con parada en Jujuy y Ovidio Lagos .

80 años despues de esta Historia, los modus operandi son los mismos, los actores impresionantemente similares y lo que antes era un reducto de la prostitución y las clases altas de Rosario, hoy se extiene a bastos sectores populares . Hasta se crea una nueva aristocracia local como Mario Roberto Segovia,el "rey de la efedrina".
Es lógico pensar entonces que no se trata ya de combatir un flagelo solamente con represión y leyes contundentes, sino erradicar las raices sociológicas más profundas que favorecen su incersión como así también a quienes con complicidad manifiesta miran para otro canjeando impunidad por la vida de tantos pibes. Son coimas que van engrosa la caja negra de policias corruptos y politicos prebendarios, tal como hace unos días lo denunciara el Presidente de la Cámara Penal de Rosario, el juez Grippa Garcia .Y por allí sería entonces bueno comenzar a actuar de una vez en serio.

Pero como siempre decimos…esa…esa es otra Historia

APA. 30 de Junio de 2009